Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

¿Cómo quieres aprender tus lecciones?

Cuando venimos a este mundo a «pasárnoslo» bien en esto que llamamos «Vida», nos traemos con nosotros los deberes que nosotros mismos, por mediación de nuestro Yo Superior, decidimos hacer para seguir aprendiendo cosas.

La Tierra ya es una escuela «dura» por sí misma, pero nosotros además nos traemos bajo el brazo las «lecciones» que hemos decidido estudiar durante nuestra estancia aquí.

Dos formas de aprender

Todos tenemos una lección primaria para cada vida, y dos o tres lecciones secundarias, por llamarlas de alguna manera. La lección primaria sería como estar estudiando un doctorado en algo en concreto, mientras que las lecciones secundarias serían algo así como simplemente tomar cursos de especialización. Nuestro Yo Superior elige la lección primaria, y las otras, en base al trabajo realizado en vidas anteriores, en nuestro esfuerzo por «aprender» y en nuestro enfoque sobre cómo «aprender».

Podemos aprender de dos formas principales, a través de situaciones positivas o a través de situaciones negativas, aunque suene simplista. La primera es, evidentemente, la más adecuada, pues se nos presentan eventos, personas, y cosas en la vida que nos enseñaran de acuerdo a «eso» que debemos aprender. Si préstamos atención, si comprendemos esas situaciones, enseñanzas, etc., simplemente estamos «evolucionando» mientras disfrutamos de esas enseñanzas «positivas».

Aprender a partir de situaciones negativas

Sin embargo, la mayoría de nosotros decidimos aprender a partir de encontrarnos con situaciones negativas, obstáculos, problemas, etc. No es la forma más agradable, pero podemos escoger este «método» precisamente porque en un intento anterior «falló» el hecho de intentar aprender a través del positivismo, del trabajar una lección «mental» o energéticamente sin verla reflejada en el físico como un problema, etc. Hemos de entender que para nuestro Yo Superior el «sufrir» no es un objetivo para nosotros, la parte encarnada, ni un juego o un capricho, sino que desde una perspectiva extremadamente mucho más elevada que la nuestra, es la forma a veces necesaria de asimilar ciertas enseñanzas por parte de la personalidad cuando no se ha conseguido interiorizarlas de otra manera.

Cambio de método

Cuando somos realmente conscientes de nuestra lección o lecciones para esta vida, y para cada momento de ella, y nos damos cuenta de en qué situaciones nos vemos envueltos que tienen que ver con esta, podemos pedir a nuestro Yo Superior (con una intención consciente) que nos ayude a experimentar nuestras lecciones a partir de eventos más «positivos», suaves, menos pronunciados o intensos, o por lo menos menos problemáticos que los que hayamos podido estar sufriendo hasta la fecha.

¿Funcionará?

Pues depende del caso. El objetivo es hacer los deberes. Si tomamos las responsabilidad de completarlos, podemos ir transitando por las diferentes lecciones con mayor alegría y tranquilidad que si nos olvidamos de ellos, y nos tienen que ir dando señales físicas y obstáculos para recordárnoslo. En todo caso, haz la prueba.

Pon la intención de aprender tus lecciones a través de experiencias positivas, y trata de ver si notas algún cambio en algún área de tu vida. Tu desarrollo personal ha dado un salto cualitativo, no solo porque has demostrado que eres consciente de lo que has venido a aprender aquí, sino porque además has demostrado madurez para pedir ese cambio y seguir por el camino de la evolución personal.

Nadie dijo que hayamos venido a esta vida a sufrir, hemos venido a ser felices y a evolucionar, a mejorar y a crecer, así que si ves que las lecciones no te suceden como te gustarían, pide ayuda para que tu Yo superior te de la oportunidad de probar con el otro método y se consciente del trabajo a realizar.

¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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