Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

El poder de la intención

No os descubro nada si os digo que las afirmaciones, intenciones, rezos, ruegos, plegarias y demás formas de hacer peticiones están más allá de toda duda en cuanto a su eficacia. Una de las afirmaciones que a mi me han gustado siempre es la que dice «Cada día, en todos los sentidos, estoy mejor y mejor», y existen múltiples otras que forman potentes emanaciones de energía que resultan en la manifestación física de aquello que deseamos.  Sin embargo, resulta que muchas veces no llegamos a creernos lo que estamos pidiendo, y el mecanismo, según todos las explicaciones sobre la Ley de la Atracción, falla.

Incorporar la parte «negativa»

El hecho es que no podemos manifestar aquello que no damos por bueno, que no nos creemos en algún nivel, ya que, aunque a nivel de cuerpo mental, estemos enviando una energía que está tratando de manifestar algo concreto, a nivel de cuerpo emocional estamos mandando otra frecuencia que la cancela, pues no consideramos posible que nuestra intención mental pueda cumplirse.  La forma de solucionar esto es simple, o bien trabajamos con aquello que consideramos posible y SENTIMOS como posible, de forma que tanto nuestro cuerpo mental y emocional estén en sintonía, o  bien incorporamos a la intención la parte «negativa» de la petición que estamos haciendo.

Completando la intención

Realizar una intención, afirmación o petición completa es tan sencillo como añadir un «aunque» al final de la misma. Es decir, «cada día voy a estar mejor y mejor, aunque no sepa como hacerlo», «pongo la intención de atraer amor a mi vida, aunque no estoy seguro de conseguirlo», «elijo ser feliz hoy mismo, aunque no lo sienta así» en estos momentos, etc. Se trata simplemente de incorporar la frecuencia o vibración que a priori podemos tener en el cuerpo emocional en nuestra petición mental. El resultado es que estamos indicando que confiamos en el poder del «universo» para que nos ayude a manifestar lo que deseamos, incluso cuando podamos tener dudas de ello. Las peticiones no se cancelan, sino que se complementan y se apoyan, porque dejamos pasar la petición A PESAR de nuestras posibles dudas, con lo cual es más de una ocasión tiene más efecto y más rápido que cuando no incorporamos esta parte «negativa» de la misma.

Haced la prueba  a ver que percibís o sentís cuando las uséis, es posible que intenciones que no se manifestaban debido a la contradicción entre lo que pedimos y sentimos al respecto ahora tengan vía libre.

¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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