Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

La creación de las especies- última parte

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Un cuento para entender el nacimiento de una raza – inspirada en los escritos de Robert Morningsky y de otras cosas que me han contado por ahí arriba.

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La expansión del imperio Nekh-t, así como el de otras facciones, sub-especies y sub-razas reptoide que se habían ido desarrollando con diferentes nombres y pequeñas características que las iban diferenciando según su origen, linaje o territorio,  seguía incrementándose a niveles inimaginables, llegando a tener colonias, puestos de observación, y centenares, sino miles, de mundos bajo su control. El nivel evolutivo de la especie como tal también avanzaba, lo hacían sus conocimientos, sus necesidades energéticas, de recursos, sus capacidades de control, y, por otro lado,  lo que menos decaía, era su fiero instinto predador, su afán de conquista y sumisión, de subyugación de todos aquellos de los que se consideraban dueños, y una polarización de un extremo servicio solo a los intereses de la raza.

El hecho de llegar a tener un nivel evolutivo mucho mayor que el de muchas de las especies que conquistaban, o manipulaban, los hacían “invisibles” en términos energéticos, vibracionales y frecuenciales, por lo que no podían ser descubiertos fácilmente, si estos no disminuían conscientemente su nivel para poder interactuar con ciertas realidades mucho más densas y “sólidas” que en la que ellos existían. El concepto del tiempo y del espacio eran también muy diferentes, pues un solo día en la vida de uno de ellos equivalía a años o décadas en la existencia de los habitantes de muchos de aquellos mundos a los que llegaban y conquistaban, no siendo posible la gestión directa, por estar en rangos, percepciones y formas de existencia muy dispares, de ahí que, siempre, o bien se instalaban coordinadores, gestores y gobiernos nativos bajo su mando, o bien se introducían en la población local al mismo rango y nivel que ellos, perdiendo parte de sus capacidades por ello, o manipulándolos a través de múltiples estructuras y formas de gestión creadas y perfeccionadas durante milenios por los mismos científicos que mantenían a la reina madre de la raza y la colonia origen, vida tras vida, en perfecto estado, moviendo su conciencia de vehículo receptor a vehículo receptor y asegurando así una continuidad en el poder jamás vista por ninguna otra especie.

El comercio, la guerra, la tecnología, el intercambio  y expansión del imperio siguieron creciendo, y un día llegaron a uno de los cuadrantes de la galaxia que no habían explorado demasiado. En ese cuadrante, un nuevo sistema solar estaba en pleno crecimiento, y un lugar en ese sistema solar parecía prometedor…

Para hacer el resto de la historia corta, así fue, como, milenios de míllones después de que el primer kheb hubiera llegado a ser un nekh, llegaron a un planeta azul, un planeta que sería conocido como la Tierra, donde, entonces, empezó otra historia muy diferente…

– ¿la historia de los jardineros de la Tierra, maestro? – preguntó un joven monje de improviso.

– Si, querido alumno, la historia de los jardineros de la Tierra, pues ahora ya conocéis el origen de aquellos que llegaron, y ya conocéis lo que pasó luego…aunque, creo, que es recomendable que volváis a revisar lo que vino a continuación, y os expliqué en su día…así que os dejo ir por hoy, y confío que en esto haya sumado una pieza más al rompecabezas de vuestra comprensión.

La clase se desbandó. Todos los pequeños novicios volvieron a sus habitaciones y buscaron ávidos la historia en sus cuadernos que suponía a continuación de lo que acababan de oír y que empezaba así…

…Hace eones de tiempo, en el centro de nuestra galaxia, los maestros arquitectos, grandes creadores de vida que vivían junto al Logos se recreaban formando estrellas, soles y sistema planetarios por doquier en los cuatro confines de la Vía Láctea.  Varios de esos arquitectos planetarios, después de lanzar una estrella por aquí, un sistema por allá, se percataron de que en uno de los sistema solares ya creados había hueco para otro pequeño planeta, y como estaban con el tono creativo subido, guiñárnosle el ojo unos a otros y digiéranse: “creemos un lugar que sirva para ser disfrutado por todas las razas y seres que existen en nuestra galaxia, creemos un pequeño paraíso ahí donde las condiciones son óptimas para ello”.

Dicho y hecho, ese pequeño paraíso fue formado primero a nivel energético, los moldes de los diferentes cuerpos etéricos que iban a componerlo fueron creándose, primero desde el plano más sutil hasta los planos más densos, donde finalmente la materia empezó a condensarse y a formar una perfecta y compacta masa sólida…

Los Jardineros de la Tierra Parte 1Parte 2  –Parte 3

Mientras tanto, el anciano monje se dirigió a su cuarto a descansar. Cerró los ojos y se quedó en estado meditativo mientras reflexionaba sobre lo que acaba de explicarles a los alumnos. De repente,  notó una presencia detrás y, sin abrir los ojos, supo que tenía visita.

– No nos gusta que hables sobre nuestro origen…

– ¿Porqué no iba a hacerlo? Es solo un cuento…

– Os creéis muy listos, pero nosotros llegamos aquí hace mucho tiempo y somos los dueños y propietarios de todo esto, incluso del cuerpo que ocupas.

– Es posible que así fuera, pero ahora ya no es así. Ha llegado la hora de que la humanidad empiece a comprender mejor a los jugadores que se hayan involucrados en este juego, porque eso es lo que es, espero que no lo hayas olvidado.

– Mi punto de vista es muy diferente- dijo el visitante – solo sois recursos para nosotros. Solo sois como la hormiga que sube por el tronco de árbol, que con tanta exactitud le has contado a tus alumnos, y nosotros estamos fuera, controlando todo vuestro entorno, y no sabéis ni que existimos, no podéis comprender lo que somos y nunca llegareis a hacerlo.

– Así fue durante milenios, tienes razón. Pero escúchame esto que te digo, las hormigas están despertándose y son capaces de ver más allá de su hormiguero y su trabajo laborioso diario impuesto por todos vosotros. Empiezan a veros, empiezan a preguntarse quienes sois y que hacéis aquí, y ya nada podéis hacer para evitarlo. Vuestra furia e ira os ciega, vuestro instinto de supervivencia y conquista no os dejan ver que solo sois unos jugadores como nosotros en este tablero de juego. Cumplís un papel, y ese papel llega a su final.

– No cumplimos ningún papel, viejo monje, somos vuestros creadores y vuestros amos…

– Cumplís un papel evolutivo, vuestra malla de control, vuestra presencia, vuestra misma existencia en este planeta, tiene una razón de ser para todos nosotros, pues sois un catalizador, un detonante, una motivación para crecer, avanzar, superarnos como seres humanos. Somos una raza sin parangón en la galaxia gracias a vosotros, y a otros, y somos una parte eterna de la Fuente que dirige un vehículo físico que tiene un potencial ilimitado, somos grandes, eternos, y eso, como no lo podéis ver, ni entender, es vuestra perdición…

– No vamos a dejar que desmontéis lo que tanto tiempo nos costó montar, no tenéis ni idea de nuestro poder.

– No, vosotros no tenéis ni idea del nuestro. Tu creador, la fuente de donde tu mismo vienes, es quien pone las reglas, y las reglas son que toda polaridad ayuda a crecer a la otra haciendo de catalizador para ello a través de pruebas, lecciones y obstáculos. Todo lo que habéis hecho en este planeta, a aquellos que lo han sabido ver como una oportunidad de crecimiento, ha sido parte de la mejor experiencia evolutiva que se puede encontrar en muchos años luz a la redonda..

– No tiene sentido hablar contigo, no entiendo porque no me tienes miedo, pero no me importa, pues aun sigues enganchado a la malla de control que creamos, aun sigues programado y controlado sin que lo sepas…

— Jajaja…. creo que no te has dado cuenta de algo- el anciano movió la cabeza para mostrársela al visitante – mira en mi nuca, echa un vistazo a la esfera mental, la negra, la que creasteis e insertasteis en nosotros… la que tiene toda la conexión con vuestra “matrix” … la que contiene los programas de control… mira de cerca…

– ¡aaaaaah! ¡está revertida y desconectada, no tiene nuestros programas! ¿Cómo es posible? ¿no estás bajo nuestro sistema de control?

– No, ya me he desconectado, y ya no tenéis ningún poder. Y ahora, buscaremos la forma de enseñar a hacer lo mismo al resto de seres humanos que estén listos para ello.

¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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