Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Proyecciones de los demás convertidas en problemas para nosotros

En los últimos meses un patrón bastante recurrente a empezado a aparecer (no es que no estuviera antes, es que solo lo he descubierto tras varias lecturas de Sanación Akashica seguidas parecidas) en las lecturas para solucionar problemas concretos y situaciones específicas. Sea bien un problema físico (nos duele algo, tenemos molestias, etc), sea bien un problema en una área particular: trabajo, familia, amistades, relaciones, etc., he descubierto que en un alto % de los casos, aquello que llamamos un «enganche energético», que no es otra cosa que la proyección de un sentimiento, pensamiento o idea de otra persona sobre nosotros anclada a uno de nuestros chakras, acaba manifestándose como lo que también llamamos «forma de pensamiento negativa», es decir, un «pegote» energético que se auto-genera en nuestra aura y emite una frecuencia igual a la frecuencia de la emoción que representa.

Emociones ajenas

Pongamos un ejemplo. Una persona tiene problemas para encontrar pareja, y en la lectura descubro que tiene una forma de pensamiento negativa auto-generada de míedo y pánico a las relaciones. Uno puede pensar, pero ¿de dónde proviene ese posible miedo a una relación? A veces viene de relaciones fallidas anteriores, o incluso de vidas anteriores, pero en muchos casos me estoy dando cuenta que viene de la proyección de los miedos de otras personas (cercanas) sobre nosotros. A veces la causa es un padre o una madre preocupados por sus hijos, que los ven con una persona y no quieren que les haga daño o algo así. Inconscientemente esa proyección se convierte en un enganche en el aura del hijo que le hace tener problemas con su pareja. Evidentemente que el hijo ha debido «aceptar» esa proyección (nada se nos «engancha» sin nuestro permiso), pero el simple hecho de que hayamos dicho «si, mama, tendré cuidado con quien salgo» ya es algo así como aceptar esa proyección paterna. Lo mismo pasa entre amigos, conocidos, socios de trabajo, etc., en todas las áreas posibles que os podáis imaginar.

Difícil de evitar

Estas proyecciones de los demás en nosotros son muy difíciles de detectar y evitar, y nuestras proyecciones en otros lo mismo. Lo que pasa es que las consecuencias si que son realmente detectables y patentes. Como os decía, el patrón recurrente que ha aparecido en los últimos meses que es prácticamente no aparece un forma de pensamiento negativa sin que aparezca un enganche con una persona cercana que la originó. Yo mismo me encuentro proyectando en mi hijo mis preocupaciones (que si le va a pasar esto o lo otro, que si estará bien, etc) y luego cuando le hago alguna lectura periódica para mantenerlo energéticamente «sano» me encuentro con que le he creado una forma de pensamiento negativa que le está haciendo sentirse de tal o cual forma. Tampoco son problemas o bloqueos excesivamente graves, pues con el tiempo se terminan disolviendo por si solos al no tener más energía que los alimente (por parte de la persona que los proyecta, o por parte de quien los recibe que acaba por no tomarlos en consideración), pero está claro que en la interacciones humanas es de lo más normal y común que esto ocurra.

Problemas difíciles

Lo que ocurre también es que cuando realmente la proyección de las emociones, sentimientos o preocupaciones de una persona sobre otra son extremadamente fuertes (tienen una gran carga de energía) y consiguen colarse en el aura del receptor y convertirse en formas de pensamiento negativas, esta energía puede llegar a bloquear fácilmente un área completa de la vida de la persona, o convertirse en un lastre difícil de explicar que puede manifestarse incluso como problemas físicos. Por ejemplo, una forma de pensamiento negativa en el cuerpo emocional de alguien, generando un bloqueo en el primer chakra, provocado por una proyección (enganche) de alguien que piensa que somos personas inseguras, puede derivar en problemas en los riñones por ejemplo. Cada chakra tiene asociado una función y depende de la energía que la esté bloqueando y la frecuencia y tipo de emoción que estamos generando (inseguridad en este caso) puede terminar en un problema físico en una o varias partes del cuerpo.

Es algo que hay que tener en cuenta, yo siempre digo que antes de meternos antibióticos a saco, analicemos nuestro sistema energético a ver de dónde viene la raíz del problema, y luego, que la medicina natural o tradicional nos ayude a sanarnos. En todo caso, si somos nosotros quienes estamos proyectando nuestras emociones, miedos y demás en otros, hemos de parar de hacerlo, porque no sabemos lo que podemos estar provocando a los que nos rodean. Si somos nosotros los receptores de esos enganches, hay que tratar de ver cómo nos sentimos con cada una de las personas que nos rodean, y si alguien parece que nos hace sentir de una determinada forma, dejar mentalmente de «alimentar energéticamente» esa emoción o sensación para que se desvanezca por si sola.

Como digo, la mayoría de enganches y formas negativas desaparecen con el tiempo, pero otras son persistentes. Es cuestión de observar cómo nos sentimos y nos hacen sentir, para descubrir si se nos ha colado alguna en el aura.

¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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