Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Un sueño para ser libre

Los que seguís el blog desde hace algún tiempo creo que recordáis que varios meses atrás empecé un programa llamado Gateway Experience del Instituto Monroe (la versión «caserá»). Las entradas anteriores al respecto están en esta categoría archivadas. A pesar de que ya estoy completando la cuarta parte del mismo, llamada Adventure, no hace mucho volví a hacer un ejercicio del segundo bloque denominado «Problem Solving» y que básicamente sirve para encontrar respuestas a problemas o preguntas que uno tiene y que en un estado «normal» de conciencia no terminan de llegar. Puesto que no tenía ningún problema específico que plantear de forma clara, decidí preguntar de forma general «cual era la información más importante que necesitaba conocer en ese momento».

Durante la sesión no sucedió nada en particular, pero unas pocas horas tuve un sueño lucido muy, pero que muy vivo.

Esclavos en la ignorancia

En ese sueño me encontraba con otras dos personas muy cercanas a mí en una especie de base subterránea extremadamente grande, una especie de macro gimnasio con cientos de kilómetros de largo, lleno de diferentes espacios pero sin separaciones entre ellos. Había sitio para millones de personas haciendo diferentes actividades y todo el mundo estaba haciendo ejercicio vigorosamente, trabajando duro y sudando a raudales. Nadie estaba especialmente contento haciéndolo, porque estaban siendo controlados por unas pocas personas (que no pude ver, pero que pude notar). La gente que hacía deporte de cuando en cuando cogían una botella vacía que tenían cerca, la llenaban con su energía, y se la pasaban a los controladores.

Todo lo que veía en el sueño era puro blanco, ultra limpio, y recuerdo que me sorprendía mucho no ver ninguna especie de barrera o separación entre las diferentes zonas (por ejemplo, donde estaban aquellos que hacían deporte en las bicicletas estáticas con los que estaban haciendo otra cosa en la sección de al lado). Pero yo sabía que todo era falso. Éramos esclavos, estábamos siendo explotados para extraer nuestra energía, y alguien me dijo que era muy difícil sobrellevar ese conocimiento, y que mejor me empezará a hacer a la idea de que no iba a ser fácil transmitir algo así.

Mis amigos y yo no estábamos haciendo ningún deporte, sino tratando de encontrar una forma de escapar de aquello, escondiéndonos y pasando de zona a zona procurando no ser vistos por los controladores. Corriendo hacia un lado nos encontramos unas enormes escaleras que ascendían. De nuevo, todo blanco, totalmente pulido, limpio, radiante. Nadie controlaba esa salida, como si no fuera necesario. Se podía salir, nada te lo impedía.

Así que empecé a correr, estiré de mís amigos y fuimos hacía la escalera. Pero de repente una de las personas que me acompañaba quiso cambiarse de ropa (cosas que pasan en los sueños) para estar más cómoda y mientras nos acercábamos a las escaleras vimos una salita de televisión con dos baños: claramente marcados como Hombre y Mujer. Decenas de personas estaban mirando la televisión mientras hacían una pausa para descansar del deporte.

Entonces entendí que esa era la razón por la que nadie escapaba, la televisión les mantenía a todos en un nivel de conciencia en el cual ni siquiera existía la posibilidad de poder correr para salir de allí. También me dí cuenta que los baños tan fuertemente señalados servían para hacernos creer que estamos separados los unos de los otros. Lo bueno es que se podía salir de allí. Lo malo es que nadie lo sabía.

Mi interpretación personal

Cuando comenté el sueño con las dos personas que salían en él ambos me dijeron más o menos ideas parecidas, lo cual me hizo pensar que quizás no es tan difícil transmitir al fin y al cabo el mensaje que implicaba (y que tengo muy claro):

  • La gran mayoría de la masa humana vivimos como borregos, obedeciendo órdenes sutiles, que casi no parecen órdenes, de unos pocos «controladores»: empresas, gobiernos, bancos. Las élites dentro de las élites, en forma piramidal, en la que arriba del todo, solo unos pocos, muy pero que muy pocos , tienen control sobre todo el resto. Los niveles medios de la pirámide, que también creen que tienen cierto control, están a su vez manipulados por los de más arriba.
  • Vivimos sumidos en un mundo en el cual se nos mantiene «atontados» para que no sea demasiado difícil controlarnos. La televisión basura como primer medio, la pésima educación que se recibe por los canales «oficiales», la publicidad, el consumismo masivo, las largas horas de trabajo para «ganarnos el pan», etc.
  • Se nos mantiene en un estado de míedo y preocupación constante: atentados preparados por los mismos que proponen las soluciones para evitarlos, pandemias y enfermedades creadas en laboratorios y esparcidas por el planeta, guerras y conflictos en los cuales ambos bandos están financiados y manipulados por las mismas personas.
  • Se nos hace creer que estamos divididos, que somos enemigos unos de otros, que la derecha radical se opone a la izquierda radical, cuando los que han creado ambos sistemas son los mismos grupos. Se hace énfasis en la separación de sexos, porque la unión de ellos crea la fuerza más poderosa del mundo, el amor, y esa fuerza no puede ser controlada. Se pone énfasis en todo lo que divida a las personas, y nunca en todo lo que nos une.
  • Se nos explota económicamente, a través de todo tipo de artimañas. Se crean mentiras a escalas planetarias para crear impuestos, subir tasas. Se crean crisis económicas para que la gente no tenga otra preocupación que su hipoteca, su trabajo y sus pocas posesiones.
  • Se nos mantiene oculta la verdad: que somos seres con un poder impresionante de crear la realidad que queremos, que somos seres infinitos, unidos con el universo, con la vida. Que podemos controlar nuestro destino y que podemos ser felices por derecho propio, porque el camino evolutivo de cada uno y las decisiones que toma para aprender las lecciones que desea se puede recorrer sin sufrimiento. Nuestra mente unida a nuestra conciencia nos hace grandes creadores, pero eso no interesa.
  • Nos fomentan que busquemos la solución a todo «ahí fuera», que nos mantengamos separados lo más posible de lo que llevamos «aquí dentro», que no es nada más ni nada menos que el poder de ser lo que queramos, cuando queramos y como queramos. Ese poder nos llevaría directos a la felicidad, pero rompería por completo el poder que tienen sobre nosotros aquellos que nos manipulan. Donde hay conciencia, no existe forma de control que pueda con ella.

 

Otras consideraciones

Escribo esta noche este post con tristeza porque la cifra de afectados por el terremoto de Haití llega ya a los 500.000. Escribo esto porque el terremoto, según todos los indicios, ha sido provocado por el programa estadounidense denominado HAARP (causante de muchas otras desgracias en el planeta, que se tachan de fenómenos naturales). Estoy triste porque la lucha por ayudar en el despertar a las personas ha tenido un buen contragolpe por parte de aquellos que siguen pretendiendo mantenernos a todos como un rebaño sumiso. Este mundo no es más que una ilusión, un juego en el cual nuestra esencia y espíritu se pone un traje humano para echar unas partidas, pero el juego podría ser muy distinto, y sus consecuencias también.


¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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