Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Un mundo de terapias

Personalmente siempre trato de estructurar y «clasificar» en la medida de lo posible, toda aquella información que recibo, a través de experiencias propias, a través de libros, de cursos, talleres, de otras personas, etc. Mi forma de entender y «unir» el «mundo espiritual» con el «mundo terrenal» pasa por darle vueltas de tuerca a todo lo que «descubro» hasta que encaja y tiene sentido, por no decir cierta lógica (al menos para mi) de forma que pueda ser transmitido y explicado de la forma más simple posible para todo el mundo. Puesto que también últimamente parece que me están llegando muchas oportunidades de aprendizaje sobre otras muchas terapias alternativas y complementarias a lo que yo hago (la Sanación Akáshica), me ha parecido interesante tratar de ubicar esta complementariedad en una clasificación que os presento.

Mismo objetivo: sanar, mejorar, evolucionar, crecer…

Partiendo de la base de que al fin y al cabo todas las terapias tienen un mismo objetivo: que mejoremos de una forma u otra una parte o la totalidad de nuestra vida, y que la mayoría están basadas en que la energía que somos puede tratarse con otro tipo de energía o frecuencia, la idea es ver que tipo de terapia usamos en concreto para lo que específicamente estemos buscando sanar, mejorar, evolucionar o equilibrar. Teniendo más o menos claro donde aplica cada una, sabemos cómo podemos combinarlas y como podemos usarlas en paralelo para obtener resultados más profundos.

Terapias «mentales»

Hay un grupo de técnicas, herramientas o terapias que yo llamo «mentales» porque desde mí punto de vista trabajan más con la mente y el subconsciente que con el resto del sistema energético que somos. Yo incluyo en este grupo cosas como la hipnosis, las terapias regresivas, la dianética, el método Silva, incluso ciertas ramas de la psicología. Todo aquello que nos ayuda a sacar aquello que está «energéticamente» incrustado en nuestro subconsciente y que al extraerlo producen una liberación y un entendimiento de ciertas situaciones y problemas por los que estamos pasando. En este grupo de terapias es la mente lógica y racional la que de alguna forma es parte esencial del proceso de sanación.

Terapias de «energía general»

Es difícil poner etiquetas, pero yo incluyo dentro de este grupo todas aquellas técnicas y herramientas que nos permiten tratar de forma general, y particular, a nivel energético, nuestro cuerpo y sistema vital. Aquí incluiría cosas como el reiki, magnified healing, sanergia, reconexión, la  imposición de manos, o la sanación a través de los registros Akáshicos hecha a nivel global. La idea detrás de estas terapias es que canalizamos una energía de vibración mayor, que puede «disolver» o eliminar bloqueos y problemas que tenemos en cualquiera de nuestros chakras o cuerpos sutiles, y que esta energía de mayor «calibre» (la llamemos como la llamemos) está disponible universalmente para aquellos que saben canalizarla y usarla adecuadamente.

Técnicas con elementos «externos»

Dentro de este grupo de terapias yo incluyo todo aquello que usa otros elementos para eliminar nuestros problemas energéticos gracias a la energía de algo «exterior» a nosotros, por ejemplo la gemoterapia o cristaloterapia (que usa las energías de las piedras y cristales), las terapias del sonido (con música de todo tipo de frecuencias), las terapias de flores de bach, aromaterapia, terapias del color, etc. Son todas esas formas de sanación que se apoyan en la  frecuencia y vibración de otros elementos físicos que tenemos a nuestra disposición para trabajar directamente sobre nuestro cuerpo y campos energéticos.

Terapias de «información»

Este último bloque que yo llamo de «información» no son realmente terapias, pero de alguna manera forman parte del proceso de curación o evolución cuando se usan correctamente. Las técnicas de información son por ejemplo una lectura de registros Akáshicos donde entendemos el porque de tal problema, o las lecciones en la vida por las que estamos pasando, o porque estamos siempre viviendo la misma situación. El comprender, el entender el porqué de las cosas, nos hace cambiar el punto de vista, nos proporciona una visión completamente distinta de algo que nos está ocurriendo y que si no lo podemos sanar (porque sea parte de una lección por ejemplo) sí que podemos darnos cuenta de cómo completarla y superarla. En este mismo campo, por ejemplo, están cosas como el I-Ching, las Cartas Astrales, el Tarot, los árboles de Cábala, cada cosa con su especialidad concreta y con su campo de acción específico, pero que al fin y al cabo, todas hacen lo mismo, darnos información sobre algo que nos interesa o nos hace falta para avanzar, evolucionar o crecer.

Una estructura flexible

Evidentemente esta clasificación es una estructura flexible, en la que una o varias terapias pueden encajar en varios grupos, pero a mi me sirve por ejemplo para saber que si deseo trabajar algo en concreto, me puede venir mejor tal o tal técnica porque entiendo el alcance, la generalidad o la específicidad de la misma, y porque así de alguna manera puedo combinar procesos de varias herramientas para hacer limpiezas o procesos de crecimiento más profundos. Yo ya os digo, no soy experto en ninguna de las cosas que he mencionado anteriormente aunque me gusta y me suelo poner a investigar muchas de ellas para su aplicación, ya que solo así puedo ver su efectividad y cómo incorporarlas a mi vida y a mi trabajo. Dejo la puerta abierta a los que sois profesionales de todas ellas para ver que os parece esta «clasificación».

¿Me invitas a un café?

un saludo,
David Topí

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