Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Imaginación vs fantasía vs realidad. Mecanismos de proyección y cómo desechamos aquello que no podemos crear.

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Siempre que hemos hablado de cómo funciona la creación de la realidad, tanto la individual como la que todos compartimos a nivel global, que se forma por la suma de las realidades individuales o “burbujas holográficas” que cada persona emite, hemos explicado que todo depende del contenido de la programación mental de cada ser humano y del contenido de nuestro cuerpo mental.

De alguna manera, esto nos viene a decir que todo lo que yo «poseo” interiormente a nivel de datos, conocimiento, creencias, ideas, pensamientos, etc., es lo que da luego lugar al mundo en el que vivo, y la suma de lo que todos tenemos “dentro” es lo que da lugar al mundo “común” que todos compartimos. Como ya hemos mencionado muchas veces, este mundo “común” dista mucho de ser un mundo “idílico”, no porque se haya diseñado así, sino porque se ha ido “forzando” y programando a la humanidad para que lo manifieste “así”, por las razas que nos crearon como especie, y que han gestionado la vida en el planeta desde entonces.

Sin embargo, también es verdad que si todo lo que yo tengo en mi estructura mental es lo que sale hacia el “exterior” y luego “termina” manifestándose como el mundo en el que existo, ¿por qué no se manifiestan cosas que imagino o sobre las que pienso pero que luego no tienen reflejo en lo que consideramos que es el mundo real? Veamos la diferencia a nivel de programas y arquetipos que se produce cuando imaginamos o pensamos en algo y cómo “eso” puede llegar a ser un elemento “físico” o terminar disipándose sin materializarse.

Imaginar vs proyectar la realidad

Inicialmente, no existe diferencia entre el concepto de imaginar o proyectar la realidad. El proceso de imaginar consiste en proyectar una octava (un proceso, una onda, una energía con el contenido de lo que estamos pensando) hacia la zona del plano mental reservada para cada esfera de consciencia que existe en la Tierra, sea de un ser humano o de cualquier otro tipo de ser, pues todos tenemos una zona asignada para la “recogida” y creación de los escenarios de nuestra realidad.

En el caso de los seres humanos, esta “zona” se encuentra en el plano 3.1, la franja o estrato más “bajo” en frecuencia del plano mental terrestre, así que lo que sale de nuestras esferas mentales y de nuestra glándula pineal, así como lo que proyectamos a través de nuestra esfera de consciencia va primero en forma de onda hacia el plano mental 3.1, a la zona reservada individualmente para cada ser vivo.

Ahí es donde se forman entonces los fotogramas y escenarios con el contenido de la onda proyectada, lo que has pensado o imaginado, aquello que tenías en la cabeza y de lo que eras consciente o aquello que has emitido subconsciente o inconscientemente, pues todas las esferas mentales trabajan sin descanso para que los detalles de nuestra realidad estén perfectamente alineados y en sintonía con las estructuras del planeta en el que estamos, sin importar que la personalidad esté al tanto de ello o no. Como en más de una ocasión he mencionado, cuando nos levantamos por la mañana el “mundo ya existe y está construido”, sin que seamos conscientes de que estamos 24 horas al día emitiendo las ondas, junto con el resto de la humanidad, para que realmente el mundo “exista” (sin contar las “ondas” que emite la propia consciencia planetaria, y los millones de seres que existen en la Tierra).

Así, en este caso y etapa del proceso, es lo mismo imaginar que proyectar, pues involucra a los mismos arquetipos de “creación de la realidad” presentes en todas las esferas mentales a diferentes niveles de trabajo.

¿Cómo llegan las “ondas” que mi mente, mi pineal y mi consciencia emiten desde donde yo estoy hacia esa zona reservada para mi en el plano mental?

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Es obvio que tu glándula pineal, en su contrapartida mental, como mecanismo principal de proyección, se encuentra en la misma posición espacial donde se encuentre tu cuerpo físico en cada momento, así que el proyector de tu realidad se desplaza por la estructura del plano mental de la Tierra en tanto que se desplace el cuerpo físico por la estructura física de la misma. Si tu viajas a Francia, tu “emisión de realidad” se realiza desde la zona de Francia en la que esté tu avatar físico, pero conectado a la zona del plano mental que se encuentra en esa zona del planeta.  Como cada glándula pineal tiene una frecuencia de emisión determinada, no importa dónde estés, que todas tus ondas emitidas siempre van a la región concreta del plano mental reservada para ti, aquella donde esté ubicada tu zona de “almacenamiento de proyecciones y pensamientos”. Además, esa región es esférica y ocupa todo el planeta, es decir, es como un micro envoltorio mental que envuelve la Tierra como un celofán, existiendo uno exclusivo para cada ser humano, de manera que, aunque la esfera de consciencia también se “mueve» con el cuerpo allá donde este se desplace, el ámbito de acción de cada persona es planetario, para poder emitir y crear la realidad de la persona sin importar donde físicamente se encuentre. Si pudiéramos ver este nivel 3.1 del plano mental envolviendo la Tierra, veríamos 7500 millones de “envoltorios de celofán energético” cubriendo todo el globo, y cada uno de esos envoltorios es un “almacén individual de pensamientos y proyecciones” asignado a cada ser humano (luego, están los “almacenes” de todos los seres que habitan la Tierra: jerarquías de asistencia logóica, protectores de lugares, elementales, devas, fuerzas de la naturaleza, etc., más los «almacenes” de todos los miembros de todas las razas que co-existen también en el planeta: asimoss, amoss, animiss, alomiss, grises, rashids y una decena más de otras menores, etc.)

Esta region mental tiene una única frecuencia asociada a la frecuencia individual de cada persona y de cada esfera de consciencia, de forma que solo las ondas de tu pineal y de tu EC se registran y almacenan en ella, aunque pueda sufrir interferencias de otras frecuencias por las emisiones de otras personas (en otros artículos ya hemos explicado cómo nos interferimos unos con otros al emitir todos en frecuencias muy parecidas). Por otro lado, esta región mental (tu “almacén personal de pensamientos y proyecciones) puede subir en frecuencia si sube la vibración del cuerpo mental de la persona y de su pineal “mental”, moviendo tu “almacén” a regiones más elevadas dentro del plano 3.1 (o superiores) donde hay menos interferencias porque hay menos gente emitiendo ahí y, por lo tanto, menos problemas para que los “pensamientos” que ahí se recogen estén más resguardados de los “pensamientos” de los demás (es el mismo efecto que cuando sintonizas con la radio dos emisoras que emiten a una frecuencia casi idéntica, lo que oyes no es una canción u otra, sino ruido, por la interferencia de ambas ondas, siendo el resultado final caótico y distorsionado, nada que ver con la proyección original que la emisora – la pineal- realmente estaba queriendo emitir  -la canción sin distorsión).

Como ya podéis imaginar, toda la vida de la persona, con todas sus posibles variantes y posibilidades se encuentra mapeada en ese “almacén mental de pensamientos”, dando lugar al concepto que nosotros llamamos “la trama sagrada”, y que no es otra cosa que el enorme “cómic” que contiene los trillones de trillones de “fotogramas” o “viñetas” donde todas las posibilidades que esa persona pueda llegar a vivir, co-existen simultáneamente.

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Cada instante de un evento es una imagen estática, un fotograma espacio-temporal fijo y presente en la zona mental del planeta desde donde se inicia la creación de la realidad

Un mecanismo activo desde el nacimiento

Como este mecanismo se pone en marcha en el momento de nacer, justo cuando el alma toma posesión del cuerpo y se ponen en marcha las esferas mentales, el proceso de “pensar” y emitir la realidad está en continuo trajín desde el primer segundo de vida y, como habíamos comentando en algún otro diagrama, a los tres minutos de vida aproximadamente ya tenemos en nuestro “almacén mental” todas las posibles situaciones y experiencias hasta los primeros 15 años, aproximadamente y, a los pocos meses, ya hemos proyectado todas las posibles experiencias y vivencias de toda nuestra vida para más allá de 100 años (que luego se ajustan según cómo evolucione la vida de la persona y cuándo se decide, por el alma y el YS, que se produzca la salida de la encarnación). Todo esto, mentalmente, es decir, en forma de ideas, escenarios, ramificaciones de cualquier evento, posibilidades con todas sus variantes, etc.

Sin embargo, hay que empezar a materializar rápidamente la realidad de la persona a nivel tangible, así que, de nuevo, desde el segundo uno de vida, lo que la pineal emite mentalmente ya está “bajando” rápidamente hacia el plano físico, para que ese bebé cree su “propia realidad”. En este caso, y durante los primeros años de vida, este proceso se ampara enormemente en la realidad y “burbuja holográfica” de los padres con la que el alma del bebé se sintoniza para poder materializar lo más rápidamente posible el entorno físico del bebé, ya que aún no tiene desarrollados al nivel necesario todos los procesos de análisis, decodificación y manifestación “rápida” del “holograma” que va a ser el mundo en el que existirá. Esto hace que el alma se sintonice con el inconsciente colectivo familiar, y dé el “visto bueno” para que se incorpore a la burbuja de realidad del bebé todos los procesos de proyección de los padres que estén en ese inconsciente colectivo familiar, liberando a las esferas mentales y a la glándula pineal del peque de tener que materializar, por ejemplo, una cuna, la comida que necesita, la ropa que le abriga, etc. Todo eso, el alma del bebé lo “aprueba” de las manifestaciones de realidad que hacen los padres, que son los que han pensado “anteriormente” que hay que tener una cuna (y han emitido “eso” para que puedan comprarlo y recibirlo en su “mundo”), que hay que dotar al niño/a de esto o lo otro, que hay que proveerle de lo que necesite, etc. De esta forma, las esferas mentales del bebé, su programa ego y su esfera de consciencia pueden dedicarse a formar y adquirir los programas que necesita y a desarrollarse, dejando parte o casi todo el trabajo de creación de la realidad externa a lo que los padres y entorno cercano del bebé (hermanos por ejemplo) emitan y proyecten para él.

Así, aunque una parte de los procesos de creación de realidad se han “externalizado” hacia los padres y el núcleo familiar, eso no significa que no estemos cocreando nuestro mundo desde pequeñitos, simplemente, el alma se encarga de aceptar las proyecciones del IC familiar para no tener que dedicar recursos mentales a ello durante el inicio de nuestra vida, pero, poco a poco, va tomando más control del mismo y, a medida que se crece, se depende menos de la realidad familiar y se es más independiente para crear la tuya propia (y ahí también es cuando tu propia realidad puede empezar a chocar con la de tu entorno y quieres “diferenciarte” y salir de la misma para tener tu propia “identidad”, marcada por tu propia “burbuja de realidad”).

Por lo tanto, el proceso es siempre el mismo. De todo lo que se ha proyectado a tu “almacén mental” individual, y puesto que estos escenarios mentales abarcan simultáneamente toda la experiencia de vida de la persona (su trama sagrada), se van “enviando” y van “bajando” por el carril de la LT en el que la persona esté, en el fractal que ocupe, aquellos fotogramas y escenarios que pueden irse materializando a nivel físico, creando los fotogramas estáticos superpuestos a los que ya estén manifestados anteriormente a medida que más y más formas mentales y pensamientos se van añadiendo a ese “almacén”.

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Cada cosa a su momento

Es decir, aunque ya tengo toda mi vida mapeada y escenificada en mi región individual del plano mental desde los primeros meses de vida, no puedo conseguir que se materialicen eventos de la misma que están diseñados para “bajar” dentro de 10 años, por ejemplo, pues no puedo materializar un posible trabajo o conocer a una determinada persona, que puede estar más o menos mapeado y co-creado desde el minuto 8 de mi existencia, cuando tengo solo tres meses de vida. Por lo tanto, el YS, la supralma y el alma empiezan a “hacer descender” por la línea temporal y el carril en el que cada persona se encuentre, solo los “fotogramas” que corresponden a eventos y “cosas” que “encajan” en ese momento determinado con el estado evolutivo de la persona.

Esto quiere decir que, en general, no se puede acelerar que sucedan las cosas, casi nada, ya que estas llegan cuando “cuadra” todo para que llegue y, que si queremos que algo realmente termine manifestándose, tienen que estar todos los elementos mentales, etéricos y físicos en “línea” para que ese evento mental pueda “descender” por la LT hacia el nivel etérico y luego pueda manifestarse en el nivel físico. Cuando algo “no cuadra” en alguno de esos niveles hay retrasos en la manifestación de las cosas, estas no llegan, o lo que llega está distorsionado a lo que originariamente tendría que haber “llegado” según la forma que tenía cuando “salió” como energía del plano mental.

Las distorsiones son comunes por muchos motivos, tanto porque ya hemos emitido la onda manipulada (recordad el artículo sobre los filtros, topes y distorsionadores que tenemos), porque la materia prima que usamos para formar nuestras formas mentales está alterada (la tecnología móvil y radiación electromagnética se crearon para ello, entre otras cosas) o por todo tipo de bloqueos, implantes y otros elementos creados por REC y SC e impuestos para minimizar el potencial cocreador del ser humano, además de los mecanismos de ralentización presentes entre los canales que van del mental al etérico y del etérico al físico y de los que ya hablamos mucho también en su día, que simplemente “eternizan” que algo que he “pensado” hoy, esté en mi vida mañana y sea tangible a mis sentidos.

En todo caso, cuando todo ha ido bien, sin tener en cuenta el tiempo que haya llevado en bajar el escenario hacia la realidad “sólida”, el proceso se completa de forma automática y todo el mundo vive y existe en el mundo que ha proyectado, intercalando su propia “burbuja holográfica” con la de aquellos con los que comparte existencia, y sumando su proyección de la realidad a la del resto de seres humanos para cocrear el mundo global en el que existimos.

Entonces, ¿qué es la fantasía?

Ahora bien, ¿qué sucede cuando imagino y proyecto formas mentales que es imposible que puedan manifestarse en el plano físico?

Cuando los procesos emitidos por la mente y la pineal están dentro de los parámetros que son válidos para la manifestación de la realidad, es decir, cuando son realizables, entonces la octava inicia sus procesos de descenso y materialización, desde el mental hacia el etérico y luego hacia el físico, así que todo lo que, de alguna u otra manera, puede terminar “cayendo” y “bajando” hacia el plano “material”, está controlando y regido por los programas y arquetipos imaginativos en su inicio, y proyectores y creadores en las siguientes fases. Pero cuando aquello que no se puede materializar porque está fuera de los parámetros del paradigma humano, de las reglas actuales, de los límites o restricciones del sistema de creencias de cada uno y de los topes que tiene la realidad de esa persona, así como de la realidad limitada impuesta a la humanidad en general, entonces la onda proyectiva se convierte en un proceso que no puede ser traspasado hacia los planos inferiores y queda en manos de los arquetipos y programas mentales asociados a la fantasía, que es aquello proyectado pero que no puede ser consolidado como un escenario real, porque no existe acople ni condiciones previas en el plano físico y etérico para que encaje ese escenario con las leyes, parámetros, paradigma en vigor y resto de procesos que rigen la manifestación de la realidad.

Esto evita que, si imaginamos y proyectamos algo que es “ilógico” porque está fuera de los parámetros de proyección estándar que todos tenemos insertados, su contenido se convierta en una onda proyectiva que baje al etérico y luego al físico. De esta forma, nada que caiga fuera de la programación estándar que se ha impuesto al ser humano a nivel “macro” puede ser cocreado, ya que rompería los moldes y los límites que tenemos en nuestros programas y arquetipos, en el programa ego, en nuestras bases de datos, etc. Para que pudiéramos crear algo que fuera en contra de todo ello, necesitamos desprogramar la psique por completo de todos los topes y filtros y limitaciones presentes en nosotros, y conseguiríamos cosas que otras personas quizás se sorprenderían o considerarían alucinantes, pero no podríamos ni aún así romper los límites que la humanidad tenga en su conjunto. Aunque estemos manifestando en el extremo de lo inverosímil para muchos, todavía estaríamos dentro de los límites “máximos” que nuestro inconsciente colectivo y nuestros paradigmas podrían soportar.

Vamos a flotar un poco

Pongamos un ejemplo, la levitación. Está fuera del alcance del 99.9999% de seres humanos, porque los programas asociados a revertir la fuerza de gravedad para poder elevarnos por nosotros mismos usando el “éter” de la Tierra en dirección opuesta al flujo “ordinario” de la misma no está dentro de los parámetros permitidos y programados por asimoss para nosotros. Sin embargo, si una sola persona entre 7500 millones levitara y nos demostrara que es posible hacerlo, sería una sorpresa, sería una revelación, sería un “¡wow!”, pero no rompería la cordura de nadie ni desmontaría el sistema de creencias a nivel macro, porque es algo que se puede hacer, pero está en el extremo más extremo de los procesos “de lo que se puede hacer” en nuestro planeta. Si eso no estuviera permitido, las naves asimoss no podrían volar o usar tecnología anti gravitatoria, ni los “ovnis” militares creados por tecnología entregada a SC podrían hacer maniobras como las que pilotos de aviación siempre cuentan cuando salen en los programas del Discovery Channel. Si asimoss o SC quieren hacer algo, tienen que permitir que ese “algo” forme parte de las reglas de la realidad, pero, para que el ser humano no pueda hacerlo (sino solo ellos y la “élite” que les sirven), tienen que bloquear y programar a la humanidad para que sea casi casi imposible, habiendo, como digo, un puñado de personas en toda la historia de la humanidad que puedan levitar por extraordinarias circunstancias y el resto, no. Otra historia sería conocer cómo han “roto” y desprogramado (ese puñado de personas) esa capacidad de generar un holograma en su vida que les permita esa manifestación anti gravitatoria en su realidad.

Por lo tanto, y finalizando, la proyección de la realidad y la imaginación de la misma es idéntica en sus procesos, y siguen unas pautas bien marcadas y estructuradas, y solo se convierten en fantasía aquellos procesos que no pueden ser “bajados” al plano etérico, y luego al físico, porque están fuera de los parámetros de consenso programados para crear la realidad humana. Esas formas mentales de fantasía se mantienen en el “almacén personal” de formas mentales hasta que, varios programas automáticos de limpieza, las van borrando regularmente para intentar reducir la cantidad de formas mentales “no válidas” presentes en ese “repositorio” personal, haciendo “inventario” de qué puede ser útil a la persona para usarlo para crear nuevos fotogramas que se añadan a la trama sagrada, o qué debe ser descartado porque no podrá formar parte de la realidad de esa misma persona en ningún otro momento de su vida.

un saludo,
David Topí

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