Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Los “grises”

grises

Como muchos habéis podido ver en el último artículo cuando hemos hecho el checklist de procesos en marcha y hemos actualizado el número de miembros de las diferentes razas en control que quedan en el planeta, había una indicación que mostraba que había unos 300 “grises” en la Tierra. ¿Y esto? ¿Qué son los “grises”? ¿Por qué le damos este nombre? ¿Qué poder tienen o dejan de tener dentro de esta estructura?

Los “grises” son probablemente la raza más conocida por la mayoría de personas que ni siquiera han oído hablar de los “Anunnakis” pero han visto dibujos animados tipo “American Dad”, han visto películas de Spielberg o han tenido algún muñeco con forma de extraterrestre entre los juguetes de sus hijos. Y es que son una raza, de la que ahora hablaremos en detalle, que ha estado siempre haciendo de eslabón y de intermediario entre asimoss, amoss, y los círculos humanos de poder.

Denominamos “grises” a un tipo de ser consciente que tiene la característica de poseer una amplia cabeza, piel gruesa y gris, cuello pequeño y cuerpo “corto”, de una estatura que varia entre 50cm y el metro y medio en aquellas sub-razas que están colaborando con asimoss, y que fueron creadas también por estos. Es decir, la raza que llamamos “grises” fue también una creación de los mismos asimoss, mucho tiempo antes de que iniciaran el proceso de transformación del manu en el lhulu y después este se convirtiera en el homo sapiens, por lo que son mucho más antiguos que nosotros y tienen un nivel evolutivo, aunque incrementado artificialmente por elevación frecuencial y expansión tecnológica de su consciencia colectiva, de aproximadamente la mitad que el nivel evolutivo de los asimoss.

Los “grises”, a lo largo de su historia como raza, fueron evolucionando y se produjeron, igual que con el ser humano, diferentes “modelos”, que, inicialmente, tenían varios propósitos para los asimoss, aunque, en casi todos los casos, era el de servirles en sus “conquistas planetarias” y de ayudar a subyugar o poner en marcha los sistemas de control de aquellos lugares que colonizaban o conquistaban. Por lo tanto, y es posible que algunos ya lo sepáis, los seres humanos hablamos de tres tipos de “grises” según su altura: los “bajos”, los “medios” y los “grises altos”. Por muy simple y tonta que parezca esta clasificación, el desconocimiento de la humanidad respecto a ellos y lo poco que aquellos que se han encontrado con alguno han podido conocer de esta raza, hace que solo con el tamaño los hayamos clasificado para entendernos entre nosotros.

Por lo tanto, los “grises bajos” son aquellos que, actualmente en la Tierra,  están colaborando con los asimoss, y, de esos, quedan esos 300 miembros. Los “grises medios”, se fueron con las primeras de cambio, siendo otro subgrupo que al tener mayor nivel de consciencia, inteligencia y tecnología, se ganaron algo más de “derecho” a decidir si colaboraban o no con los asimoss, y luego, los “grises altos”, hace mucho tiempo que se rebelaron completamente contra sus creadores y ahora forman parte de los grupos que, a pesar de la incredulidad que esto pueda suponer para muchos, están intentando asistir a la raza humana mediante la ayuda al planeta para crear y mantener las estructuras de paso de una línea temporal a otra (es decir, no están interviniendo en la humanidad, pero si que están ayudando a Kumar, junto con muchos otros grupos y jerarquías, a crear el entramado necesario para el trabajo que nosotros tenemos que hacer).

Los “grises bajos”, además, son famosos por temas relacionados con las abducciones de seres humanos, usadas para estudiarnos con permiso de los gobiernos mundiales, que, en 1954, ratificaron un pacto con ellos que se inició en la época de Moisés para mantener el control sobre nosotros, a cambio de que las “élites” humanas tuvieran acceso a cosas como el transistor, el láser, la tecnología de los ordenadores, armamento, etc. Todo eso fue firmado por Eisenhower con los grises y en nombre de los asimoss y resto de razas, igual que en su momento el Moisés bíblico lo hizo con los amoss y los asimoss directamente (Yahvé bíblico= Júpiter romano = Zeus griego = Amón Egipcio = Enlil sumerio = uno de los jefes de un clan asimoss).

Dentro de las responsabilidades de los grises se encuentra la gestión de los eventos deportivos de la humanidad para extraer toda la energía posible de las masas que se congregan por millones cada día en miles de lugares del planeta. Debido a que estos eventos “modernos” son la continuación de los juegos y ofrendas a los dioses de antaño, se sigue recopilando la energía que millones de personas generan por la ansiedad, emoción, enfado, frustración y demás alteraciones energéticas en ellos que cada vez que hay un torneo, partido o competición, se emiten por toneladas al plano físico, etérico y mental de la Tierra. Con sistemas tecnológicos, de canalización y de distribución de toda esa energía, tanto los casi ya inexistentes primeros dos círculos de poder, como el tercer y cuarto nivel de control de la humanidad, disponen de recursos inagotables para controlar, mantener y seguir gestionado el sistema de vida en el planeta. Puede que suene divertido o tremendamente horroroso, pero si se considera que haciendo ganar o perder a un determinado equipo o deportista se puede generar más energía que con otro, los resultados y la manipulación energética de los partidos es moneda corriente y parte de sus tareas. Por lo tanto, no siempre gana el que mejor juega, sino el que puede producir con su victoria o derrota más cantidad de “combustible” para aquellos que lo necesitan y usan en nuestra contra.

Por otro lado, los grises poseen una consciencia colectiva, teniendo poca individualidad, de manera que cualquier orden o indicación que se les da, se transmite a la consciencia colectiva, y quienes están disponibles para llevarla a cabo se ponen a ejecutarla. Tienen cierto grado de libre albedrío para experimentar y hacer lo que deseen con los seres humanos mientras no se salgan de las directrices globales impuestas por asimoss para ellos.

Al estar ya en proceso de ser extraídos, todos los “grises bajos” que hay en el planeta se encuentran prácticamente recluidos junto a amoss y los pocos asimoss que quedan en sus bases más profundas y resguardadas, donde tienen que ser fuerzas “especiales” como los propios “grises altos” y otros grupos los que intervengan para sacarlos del planeta.

La historia de esta raza está plagada también de dolor y sufrimiento, pues fueron creados como nosotros, pero dotados de un ADN muy pobre, con poco potencial, y solo se les permitía avanzar y evolucionar mediante procesos tecnológicos cuando era requerido. No han sido libres nunca. Solo cuando los “grises altos” consiguieron “huir” en masa de uno de sus lugares de origen, que nosotros conocemos como la constelación de Zeta Reticuli, pudieron iniciar un proceso de desconexión del dominio asimoss y llevar su sub-grupo, los “altos”, hacia una evolución natural y un crecimiento basado en el servicio a otros grupos que se encontraban en su misma situación. Para los grises “bajos”, su nivel evolutivo no les permite huir, ya que tras la escisión del grupo “alto”, se redobló su control por parte de asimoss y, como los “grises medios” tenían ya mucho nivel para someterse a ese extremo, con estos últimos se hicieron acuerdos de cooperación según interesaba a ambas partes.

Finalmente, y con esto acabamos, la historia de los “grises” no es la única en su género, tanto asimoss como otras razas con un conocimiento genético y tecnológico similar han creado muchas especies vivas y conscientes como nosotros y como muchas otras, y están repartidas por muchos lugares de la Vía Láctea. Es el poder en el sentido negativo que les otorga conocer las leyes de la genética y de la manipulación energética lo que les permite hacer lo que hacen, y es por eso, que, tarde o temprano, vamos a proceder a eliminarlos por completo de la faz de la galaxia, tanto a asimoss como amoss, cuando la humanidad de la línea 42 se encuentre en el nivel adecuado para ello, pues ahora si, ya no son un problema ni un obstáculo, y asistiremos, dentro de algún tiempo, pero lo haremos, a que no puedan volver a hacer lo que nos han hecho a nosotros, a los grises, o a incontables razas y grupos desde hace milenios. La causa-efecto, acción-reacción, siempre se cumple, y llegará el momento en el que tomaremos partido en el proceso.

un saludo,
David Topí

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