Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Estructura energética de andamios y puntos de apoyo que han permitido el paso de nivel evolutivo a todos los sistemas de nuestra Vía Láctea

Con todo lo explicado en la serie de artículos sobre la filogenia de la humanidad y la historia de REC, queda un tema muy importante que tratar en detalle para comprender mejor la forma en la que Kumar y nuestro planeta han realizado toda esa labor de “punto de apoyo” para el paso evolutivo de todos los sistemas de nuestra galaxia.

Vamos por lo tanto a intentar explicar qué tipo de andamios y “vigas” ha tenido que anclar la Tierra y cómo actúan los planetas y logos que se ofrecen para poder acometer tal rol. Los gráficos los he sacado del programa de astronomía Solar System Scope para poder mostrar, en la medida de lo posible, esta estructura energética lo más claramente que pueda.

Desde el principio…

Muy brevemente para recordar lo ya explicado. El paso de ciclo evolutivo se produce a la vez en todos los sistemas de una galaxia cuando el logos de esa galaxia indica que hay que duplicar, en frecuencia, todas las estructuras existentes en todos los niveles y pasar a la siguiente octava.

El concepto de “a la vez” es confuso, pues en tiempo lineal y a la percepción humana en realidad se tardan cientos de miles de años en completarse, pero, digamos, todos los sistemas reciben las instrucciones cuando toca, y todo se pone en marcha para ello hasta que se ha movido hasta la última mónada al nuevo nivel que le toca. Como cada sistema, planeta o raza está en una franja evolutiva diferente, simplemente desde donde estés, pasas a la siguiente. Si hay razas que están en el “curso” 200, pues pasan al 201, y si hay razas que están en el 8, pues pasan al 9 (esto, de forma tremendamente generalizada).

Por lo tanto, desde el punto de vista de Eur (el logos galáctico), todos sus sistemas, cuando llega el momento de iniciar un nuevo ciclo evolutivo, inician el proceso de forma sincronizada.


Eur, nuestra Vía Láctea

Para que exista un punto de referencia sobre el cual sincronizar todos los cambios, en cada ciclo, uno de los llamados “logos regionales” se ofrece a hacer de referencia para los demás, y ser el que aporte un punto de apoyo a todo el entramado global. En este caso, el logos de la región donde nos encontramos, que recibe el nombre de Umar en Irdin, era quien debía acometer esta función (que es rotativa entre todos los logos “regionales») para este ciclo.

Por lo tanto, dentro de la región de Umar, se ha de ubicar el centro de referencia de todos los procesos de cambio evolutivo.

Representación de la zona de la galaxia donde nos encontramos y que está regida por el “logos regional” Umar

Para escoger qué sistema planetario hará la función de referencia, Umar solicita voluntarios a todos los logos solares, que son los seres que “habitan” estrellas y las usan como sus avatares para sus propios procesos evolutivos.

En este caso, el logos solar de nuestro sistema, Rawak en Irdin, se ofreció voluntario y se le confió la función de emitir los pulsos que harían de referencia a todos los demás planetas, razas y sistemas de Eur. Esta función es la misma que hace un metrónomo para marcar los tiempos en la música y sincronizar el “ritmo” de cambio, la intensidad de este, la velocidad de las energías y octavas que se ponen en marcha, etc. Todos los demás logos solares de todo Eur siguen los pulsos de Rawak (relacionados con las llamaradas solares, hasta cierto punto) para sincronizar cuándo hacer qué en sus propias estructuras, y todas las razas que son conscientes del proceso se guían por el “metrónomo” de nuestro sistema solar para hacer los cambios en sus propios ICs, planos estructurales y sistemas de realidad.

Apoyos y estructuras, andamios y vigas de sostén

Una vez el sistema solar que hará de referencia se ha elegido, un planeta dentro de ese sistema solar se convierte en el centro de soporte del cambio para todo Eur. Kumar, el logos de nuestro planeta, se ofreció voluntario para ello, como ya sabéis.

Así, y a continuación, una vez el sistema solar de referencia y el planeta de apoyo se han decidido, se crean las primeras “vigas” energéticas de sostén de los sistemas solares más próximos al centro de referencia.

Representación simbólica de andamios “energéticos” de los sistemas solares más próximos al nuestro “apoyándose” en el mismo para crear el entramado de paso de ciclo evolutivo

Por lo tanto, sistemas solares que están en la “vecindad” del nuestro, en términos “cósmicos”, crean las primeras “vigas” de soporte, apoyándose normalmente en dos planos, el mental y el etérico de ambos sistemas solares. Es decir, desde el plano mental y etérico de Rawak hacia el plano mental y etérico de Spica o Canopus o cualquier otro, se crean literalmente “andamios” mentales y etéricos, creando una fuerte malla estructural con nuestro sistema solar en el centro.

Este entramado de andamios y soportes energéticos se expande a sistemas solares más alejados, que entonces se apoyan en los sistemas solares más cercanos a Rawak, y, así, se extiende análogamente por todo el espacio de la galaxia hasta que todos los sistemas solares están conectados entre sí con robustas estructuras mentales y etéricas (al menos las más importantes) durante el tiempo que dure el proceso de cambio evolutivo.

La malla de soporte se va extendiendo de sistema solar a sistema solar hasta que todos están unidos y apoyados entre sí, con nuestro sistema solar en el centro como referencia

 En el interior del sistema solar de referencia

Una vez todos los sistemas solares de Eur están entrelazados y apoyados fuertemente en las estructuras de Rawak, se trabaja en el interior del sistema para que, entonces, todo el conjunto se apoye en la Tierra.

Para ello, se crean el mismo tipo de “vigas” y andamios de apoyo que lo que hacen es conectar a Kumar con el resto de los logos del sistema solar, que hacen de contrapeso.

Los planetas más grandes como Júpiter y Saturno le prestan ese contrapeso y aligeran algo la carga equilibrando al conjunto. Los planetas más pequeños compensan continuamente los balanceos que todo Eur, como es inevitable, generan al tener tantos trillones de estrellas y sistemas planetarios elevando su frecuencia más o menos de forma sincronizada según los pulsos y ritmo que Rawak va marcando.

Los logos de los planetas más cercanos a la Tierra, como Mercurio, Venus, Marte y Ceres continuamente hacen la función de apoyo a Kumar de la misma forma que un padre agarra de la mano a su hijo pequeño cuando este está haciendo equilibrios para que no se caiga.

Energéticamente hablando, los planetas más cercanos al nuestro ayudan a Kumar a mantener el equilibrio absorbiendo el balanceo de toda la estructura que la Tierra sostiene.

Para ser entonces el punto central de apoyo de toda la estructura, se crean otra serie de “andamios” que conectan a la Tierra con todos los planetas del sistema solar, y con las estructuras macro de soporte del plano etérico y mental de Rawak que existen con los demás sistemas solares de la galaxia.

Estos anclajes se han ido conectando a diferentes zonas geográficas del planeta a nivel mental, etérico y físico-energético, según ha hecho falta, y se han densificado todo lo posible para hacerlas robustas, bajando la vibración de las partículas hasta el nivel más denso y bajo posible de todo Eur.

Algunos de estos puntos de anclaje, como os mencioné en el último artículo, están ubicados en:

  • Tigray (Etiopia)
  • Crimea
  • Goma (RD. Congo)
  • Región intermedia entre el Salvador y Honduras
  • Cerca de Marib (Yemen)
  • En muchos puntos de los océanos, etc

Como nota aparte respecto a Crimea, además de la existencia de una de estas «vigas» energéticas mencionadas, existe un enorme tantien que conecta a varias arterias que proveen de «flujo vital» a las estructuras físico-energéticas y etéricas de toda esa zona de nuestra geografía. Conocedores de ello, SC6 en Rusia se anexionó la península en el 2014 para tener el control de ese enorme vórtice de poder. Desde hace unos meses, y debido a los cambios en la estructura del planeta, el vórtice-tantien se ha movido a la región del Donbass (por fuerzas de la naturaleza, siguiendo instrucciones de Kumar), siendo una de las razones por las cuales SC6 en Rusia ha iniciado esta invasión de Ucrania (razones políticas, económicas, históricas o de índole geopolíticas y militares aparte).

Sin embargo, el tantien no deja de moverse hacia el interior de Ucrania y se prevé que termine asentándose en la zona geográfica que se encuentra entre Ucrania y Polonia, más hacia Polonia que Ucrania, que es donde Kumar necesita ubicarlo para sus procesos de autosanación y regeneración que hemos explicado. Hasta dónde será el C11 ruso capaz de seguir adelante con su propósito de no perder el control de esta inmensa fuente de poder está por ver en los acontecimientos que se produzcan en los próximos meses en este conflicto.

Usando las órbitas como equilibradores

Bien, pero la cosa es aún más complicada. Puesto que la Tierra orbita alrededor del sol, como todos los planetas, y el sol se mueve por Eur, este sistema no es estático, ni mucho menos, y, por consiguiente, debe ser capaz de absorber todos los movimientos y oscilaciones de todos los planetas de toda la galaxia a la vez que el propio punto de apoyo se desplaza por la Vía Láctea y todo el resto de sistemas solares hace lo mismo.

Para ello, el mecanismo usado es  crear y apoyar sistemas de estabilización en las órbitas planetarias, que, aunque desde nuestro punto de vista solo sean espirales concéntricas e imaginarias, desde el punto de vista energético son como anillos estables y carriles muy reales que pueden soportar carga de forma continua, y absorber, además, la energía y “golpes” generados por los desplazamientos de todos los sistemas que hay en Eur y que están apoyándose en nuestro planeta.

Las orbitas planetarias no son solo líneas imaginarias que trazamos en nuestros programas de astronomía, sino que, a nivel energético, etérico y mental, son carriles reforzados que pueden sostener mucho peso y asistir al equilibrio de todo el conjunto de andamios.

Como refuerzo, el cinturón de asteroides, gestionado por el logos de Ceres (antiguo logos de Maldek, cuyos restos son el cinturón de asteroides), es además un anillo más fuerte que asiste a Kumar a apoyar “vigas” más grandes que permiten que el resto de los logos del resto de planetas tengan un equivalente a una viga maestra en un edificio que permite apoyar más peso en ella y distribuir mejor la carga del conjunto.

Sincronización Kumar-Rawak

Finalmente, cuando todo lo anterior está construido, el último paso de la estructura es sincronizar a Kumar con Rawak, para que los pulsos que marcan el ritmo al cual otros sistemas pueden ir duplicando su energía y vibración se ajuste a los procesos internos que se están dando en la Tierra, para que todo lo que en esta reside, además, no se desestabilice más allá de un estrecho margen monitorizado por las jerarquías logóicas de Umar y Rawak.

Es decir, que Kumar sigue cumpliendo su obligación de darnos un hogar y hacer nuestra experiencia en la Tierra lo más factible posible, a la vez que hace equilibrios para sostener a millones de estrellas y planetas que están en proceso de cambio de ciclo evolutivo.

La sincronización entre los procesos de Kumar internos y los de Rawak permiten que el “metrónomo” del sistema solar emita instrucciones al resto solo cuando está todo en orden, es decir, si hay cualquier cosa que hacer en la Tierra, se emiten pulsos de “parar un momento todo”, y toda la galaxia se frena hasta que lo que sea que se haya desajustado, se corrige y se sigue adelante.

Una vez todo el “lego” está montado

Así, cuando todo esto ya está hecho, «empieza la fiesta», y cada planeta, cada raza y cada sistema solar empiezan a duplicar su frecuencia, pasando de n a 2n, sea cual sea el nivel que tengan cada uno de ellos. Todos los movimientos “sísmicos” que eso produce en Eur son soportados por Kumar y el resto de las estructuras del sistema solar, absorbidos por los anillos de las órbitas planetarias y sincronizados por los pulsos rítmicos de Rawak.

Durante cientos de miles de años a nuestra percepción, uno a uno todo sube de nivel evolutivo. En nuestro caso, la Tierra en varias ocasiones tuvo que densificarse más y más, y para ello, la raza humana ha asistido haciendo de anclaje para las energías etéricas y mentales cada vez más bajas en vibración que ha sido necesario insertar en la Tierra en diferentes momentos de nuestra historia. A mayor número de seres humanos presentes en la Tierra, más peso y más fuerte es la estructura de soporte, más anclajes y más robustez para todo el conjunto, siendo este uno de los motivos por el cual la población de nuestra especie ha aumentado por miles de millones desde nuestra creación hasta ahora.

Si todo se apoya en la Tierra, ¿en qué se apoya la Tierra?

Claro, esa es la pregunta del millón. Si una torre tiene que sostener muchos pisos y mucho peso, ha de tener unos buenos cimientos. La Tierra, por ilógico que parezca, hace la función de “cimientos” para todo Eur durante el proceso de paso evolutivo, pero, entonces, ¿Dónde se apoyan los cimientos?

En nuestro mundo, los cimientos de una torre se apoyan en la tierra, en el suelo. Pero y el “suelo”, ¿Qué lo sostiene? Esto se va complicando más todavía. Pues en este caso, el suelo es el sustrato astral de Eur, que, como ya hemos comentado varias veces, no es un plano, sino un campo de energía que existe entre todos los planos y estructuras de todos los seres, planetas y sistemas, que amalgama y cohesiona todo lo que existe en ellos.

Es decir, el plano físico, el etérico, el mental, el causal, etc., de la Tierra están conectados entre sí, pero la “energía” que los mantiene cohesionados es el campo de partículas que llamamos “sustrato astral” y que está entre todos ellos, igual que cuando echas agua en un cubo lleno de arena, piedrecitas y rocas, el agua se cuela entre todos los recovecos y da consistencia al conjunto. Pues, en este caso, lo que Eur hace es incrementar la densidad de las partículas de su sustrato astral “galáctico” que, entonces, densifica la energía del sustrato astral de todos los sistemas solares, lo cual incrementa la robustez y densidad energética del sustrato astral de la Tierra haciéndolo muy bajo en frecuencia (y, de ahí, nuestros sistemas de creencias llegando a conocer esto como el “bajo astral”). Como cada partícula de energía de Kumar tiene una partícula de soporte del sustrato astral de Eur, la Tierra se apoya mónada a mónada en este campo para convertirse así en los cimientos de toda la galaxia.

Materia oscura, energía oscura

Como alguno ya quizás hayáis supuesto, el sustrato astral es lo que la astrofísica denomina la materia y la energía «oscura». Según nuestros conocimientos científicos actuales, la materia oscura es un material que interactúa con la gravedad pero no con el electromagnetismo, por lo que puede sentirse pero no verse. Su abundancia puede calcularse a partir de sus efectos sobre la materia visible, de la que, según los cálculos, es seis veces más abundante. Y, aunque es invisible, su influencia es profunda. Las galaxias, por ejemplo, se mantienen unidas en gran medida por los campos gravitatorios de su materia oscura.

La energía oscura es aún más extraña. La creencia en ella depende de los cálculos sobre la velocidad de expansión del universo, ya que la energía oscura es la materia que impulsa esta expansión. Y, para mostrar lo poco que los físicos entienden realmente el cosmos, cabe señalar que, juntos, la materia y la energía oscuras constituyen más del 95% del mismo, y la materia familiar de las estrellas, los planetas y los propios seres humanos menos del 5%.

La explicación metafísica es la que ya os he comentado. Las partículas que forman el sustrato astral constituyen la energía «oscura», en el aspecto «energía» de las mónadas que forman parte de este sustrato, mientras que el aspecto «materia» de las mónadas astrales es lo que produce los efectos de lo que denominamos «materia oscura». El aspecto consciencia de las mónadas del sustrato astral es lo que mantiene cohesionado materia y energía «oscura» y donde se insertan las instrucciones por parte de los logos sobre las funciones que ambos aspectos de este sustrato deben cumplir en cada momento.

En paralelo, el punto de apoyo también ha de “subir”

Sin embargo, hacer de punto de apoyo para el resto de los sistemas no significa que ese planeta “sostén” se quede sin pasar “de curso”.

Por lo tanto, se tienen que construir igualmente y en paralelo las estructuras que permiten el salto evolutivo para Kumar y de la vida consciente que alberga. Esta estructura, que nosotros desde hace algunos años hemos llamado nT (nueva Tierra, en su momento no se me ocurrió ninguno otro nombre) es, como ya sabéis, un duplicado exacto de la estructura de planos de nuestro planeta, pero al doble de su frecuencia. Como el punto de apoyo no puede variar su energía mientras hace su función, simplemente el logos se construye otro avatar al que se mueve cuando todo ha terminado.

Es decir, el mecanismo habitual es que todos los planetas duplican la frecuencia de sus estructuras actuales poco a poco. Y, por ello, los logos del resto de sistemas planetarios no han de crear una réplica de sus “avatares planetarios” al cual luego se mueven las razas y seres que en ellos habitan a esa nueva estructura. Pero el sistema solar que hace de soporte para el resto no puede hacer eso, ya que no puede mover ni una mónada (más allá del margen que tiene de ajuste) los soportes creados para que sirvan de apoyo para el resto. Así que, en nuestro sistema solar, todos los planetas tienen el equivalente a una nT, que no vemos, y que ya está completa también desde hace miles de años para todos ellos, porque desde Mercurio hasta Plutón y otros planetas que no conocemos aun, han debido mantener su estructura actual para apoyar a Kumar.

La Tierra, en este caso, ha sido el último planeta en completar su nT, y para nosotros ese es el lugar al que nos moveremos para nuestro siguiente ciclo evolutivo, dejando esta realidad actual limpia y completamente regenerada para una nueva oleada de vida animal y vegetal que vendrá en algunos siglos, y con los propósitos y objetivos que Kumar dejó en “pausa” cuando acometió este rol que ahora ya ha terminado para él. Esto quiere decir que algunos planetas como la Tierra, o Marte y planetas del sistema solar, y otros de otros sistemas solares, van a mantener su estructura 7,8Hz aun cuando sus logos y razas se hayan movido ya a su siguiente nivel evolutivo, pues dentro de cientos o miles de años a nuestra percepción, habrá una nueva oleada y ciclo de vida que usará planetas como la Tierra actual como base para ello.

REC, como ya hemos explicado, se irá a Marte, para otro ciclo evolutivo dentro de sus propios procesos de crecimiento y lo que les toque trabajar a cada raza, algo que ya no nos implicará a nosotros.

Luego, una vez todo lo anterior se haya completado, los ciclos de la evolución “cósmica” seguirán su curso hasta que toque subir de nuevo al siguiente “nivel”. Pero, en ese momento, ya no nos tocará a nosotros hacer ese rol de soporte ni a nuestro planeta, sino que cualquier otra raza en cualquier otro planeta de cualquier otro sistema solar (como los amoss lo fueron en su galaxia de origen en su momento), serán los encargados de asistir a los logos con el proceso y, la humanidad de la nT, estará haciendo lo que le toque hacer y con los aprendizajes que nos toquen en el siguiente «curso», como cualquier otra raza consciente de las muchas que existen en nuestra galaxia, y desarrollándonos como especie con nuevas experiencias en otro de los muchos escenarios y realidades que existen en Eur.

En todo caso, y como falta mucho aún para todo eso y ahora no son más que ideas abstractas en nuestra psique, seguiremos con temas que nos sigan siendo de ayuda para entender mejor nuestra situación actual, y otros procesos y conceptos que todavía no hemos tocado y de los que también tenemos que ser conscientes.

 

 

 

un saludo,
David Topí

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