Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

El “SER” de la Humanidad

Ahora que conocemos el concepto de “ser” con algo más de detalle, tal y cómo hemos visto en los últimos artículos, entremos a explicar una de esas categorías jerárquicas que, siendo parte de lo que llamamos “seres”, tienen unas características especiales y unas funciones que tienen mucho que ver en el desarrollo evolutivo de cada raza o especie consciente. Se trata, en nuestro caso, del SER (con mayúsculas) de la humanidad, y vamos a tratar de descubrir que rol o papel tiene.

Mentes grupales de flora y fauna

Igual que todas las ardillas, los gatos o los pingüinos poseen una mente grupal que rige y coordina el desarrollo y evolución de la especie, también todos los robles o los abetos poseen una mente o consciencia grupal que hace lo mismo para cada tipo de planta que existe en el planeta.

Las mentes grupales de todas las especies animales y las mentes grupales de todas las especies de flora están bajo coordinación del logos planetario y de las fuerzas de la naturaleza, miembros de jerarquías logóicas que procuran que flora y fauna tengan lo que necesitan para desarrollarse y puedan cumplir las funciones dentro del conjunto del ecosistema vivo que es la Tierra necesarias para su sostenibilidad.

Estas “mentes grupales” no son solo energía acumulada o formas egregóricas que están conectadas a los avatares de animales o plantas, sino que toman las decisiones pertinentes sobre qué ha de pasar con cada especie de flora o fauna o cómo han de crecer o evolucionar. Puesto que un ciervo tiene solo una mínima individualidad, pues no posee cuerpo causal que le permita estar relativamente aislado del resto de ciervos, todos los miembros de una especie se sienten unidos y parte de la especie en su conjunto, aunque retengan un cierto sentido de lo que cada uno de ellos son “como ciervo individual”.

A medida que las especies animales incrementan su nivel evolutivo y su nivel de consciencia, a partir de la evolución de su mente grupal, entonces su individualidad se incrementa respecto al resto de miembros de la misma especie, ya que el cuerpo cuasi-causal de la estructura energética del animal está más desarrollado y facilita la separación, algo mayor, de la mente grupal.

Por ese motivo, animales como perros, gatos, caballos, elefantes, chimpancés y cetáceos, principalmente, se consideran a sí mismos y, en muchos casos, así interactuamos con ellos, casi como individuos autoconscientes y relativamente independientes del resto de sus congéneres.  En el otro extremo, hormigas u abejas, por ejemplo, no poseen ningún envoltorio energético de “individualidad” y, por lo tanto, no existen sino como parte del “SER” de las hormigas o del “SER” de las abejas para el que cada abeja individual es un avatar de la mente grupal de la especie, siendo su individualidad ínfima en comparación con otras.

Como es lógico, todos los SERES de todas las especies de flora y fauna están muy bien armonizados entre sí, “hablan” entre ellos y comprenden cada uno su papel dentro del ecosistema planetario en el que se encuentran, así como tienen perfectamente acordado cuales son los roles dentro de la cadena alimentaria que sus avatares físicos (la ardilla, la encina, el oso o el salmón) cumplen unos para otros. Todos los SERES de todas las especies de flora y fauna se ubican en el plano mental de la Tierra y tienen sus propias estructuras de gestión mental, etérica y física de su especie.

Bien, pues de la misma manera que cada especie de flora y fauna posee su “SER”, que es el encargado de la gestión evolutiva de la especie, también cada raza o especie autoconsciente e individualizada más allá del reino animal, como los seres humanos, y cualquier otra raza de cualquier otro punto del universo, posee su “SER”, que rige y coordina el proceso evolutivo de sus “avatares”, nosotros, a nivel individual, es decir, a cada persona o ser humano.

¿Qué es el SER de la humanidad y cómo se forma? ¿Dónde está?

El SER de la humanidad se encuentra imbuido en el inconsciente colectivo de la humanidad. Forma parte del mismo. De algún modo, si el IC global de la humanidad actúa como repositorio de todos los datos, conceptos, informaciones, conocimientos, arquetipos, programación, etc., de lo que somos y hacemos y de la realidad que creamos en conjunto, el SER de la humanidad se forma por la suma del aspecto “consciencia” de todas las partículas que forman ese IC.

En otras palabras, todo el conglomerado de información que el IC global representa a nivel energético da lugar también a una parte autoconsciente de sí misma que nace del conjunto de esa información contenida en ese repositorio mental global para todos nosotros.

Por lo tanto, la consciencia propia que el inconsciente colectivo tiene de sí mismo es, literalmente, el equivalente a la consciencia o mente grupal de las ardillas o los jabalís en el reino animal. Por lo tanto, los procesos evolutivos macro que se producen para las líneas temporales 33 y 42 (pues el SER de la humanidad aglutina en su consciencia ambos inconscientes colectivos) dependen también de las propias decisiones que, el SER de la humanidad, toma para sí mismo a través de la información presente en “él”.

Su origen, es decir, la formación del SER de la humanidad se gestó con la primera manipulación genética del troodón para individualizarlo y asignarle un YS a cada uno de ellos, creando las primeras bases para el inconsciente colectivo de lo que luego llegaría a ser nuestra especie.

¿Estamos entonces coordinados por el SER de la humanidad o por nuestros Yo Superiores?

Ambas cosas, pues además no son excluyentes. Todos los YS individuales de cada uno de nosotros trabaja y se coordina con el SER de la humanidad para discernir las dinámicas macro que marcan los sucesos generales que vivimos en nuestra sociedad.

Para ello, el SER de la humanidad, para “ver” qué procesos están en marcha en los diferentes niveles de realidad (físico, etérico, mental), usa los “datos” que cada ser humano le transmitimos desde nuestro cuerpo mental hacia el inconsciente colectivo.

Por lo tanto, a medida que vamos cocreando y proyectando nuestras burbujas holográficas personales según las decisiones y contenidos que tenemos en nuestro sistema energético y que ya habíamos listado anteriormente, vamos “informando” al SER de la humanidad de lo que estamos emitiendo y manifestando cada uno a nivel mental, etérico y físico. El SER de la humanidad recoge así la información de cada uno de nosotros a nivel individual (pues la guardamos en nuestros almacenes personales del plano mental que forman parte de sí mismo también), y trata de darle cohesión y amalgamar así la realidad general común que representa el mundo en el que vivimos.

Así, cada YS asiste individualmente a cada persona a gestionar su vida y su realidad, y todos los YS se coordinan entre ellos a través de un repositorio de datos que ya explicamos en su momento, y, a su vez, todos los YS se coordinan con el SER de la humanidad que trata en su conjunto de armonizar todos los escenarios que recibe en el repositorio de datos que es el IC (que, de nuevo, forma parte de sí mismo) para equilibrar continuamente, con las directrices que recibe de Kumar, y con el resto de “SERES” de la flora y fauna, más el resto de las fuerzas y jerarquías que sostienen la vida en el planeta, el estado global del conjunto de la vida en la Tierra.

Según lo que sea necesario en cada momento, y tal y como vimos en la serie sobre la filogenia de la humanidad y el proceso de sostén evolutivo que Kumar ha hecho durante millones de años, el SER de la humanidad ajusta los ICs y campos energéticos que dependen de sí mismo para asistir en lo que el logos planetario le solicita, ayudando a equilibrar, densificar, remover o cambiar cosas en nuestra realidad según fuera necesario hacerlo para acomodar el proceso evolutivo de la humanidad a las directrices de los niveles logóicos superiores (las instrucciones que nuestro planeta recibe del logos solar, o del logos regional, o del propio logos de la galaxia) y con vistas a su preparación para el paso al siguiente nivel evolutivo.

Si los datos están “distorsionados”

Claro, puesto que el IC global está bastante manipulado por REC y SC, y por las jerarquías demiurgas que vimos en el artículo anterior, más todos los datos que proyectamos provenientes de la Realidad Base que existe entre el IC y los repositorios mentales individuales de cada persona, todo ello causa o altera, digamos, los datos o informaciones que el SER de la humanidad recibe de la suma de las proyecciones de todos nosotros, que es lo que le lleva a consolidar (y no desechar como si fueran procesos mentales de fantasía, que no tienen posibilidad de manifestación real),  escenarios macro generalmente bastante negativos a nuestra percepción individual desde el plano físico.

Recordemos que el ser humano proyecta hacia nuestro almacén mental personal absolutamente todo lo que piensa y cree, pero no todo lo que pensamos y creemos se convierte en realidad, ya que los mecanismos proyectivos desechan y etiquetan como “fantasía” aquello que no es posible hacer bajar al plano etérico y físico para que aparezca en tu realidad, pues no es coherente con el paradigma ni la programación humana de la realidad para ese aspecto.

De forma continua, por lo tanto, el SER de la humanidad recoge todas las proyecciones individuales de todos los seres humanos, y estas contienen escenarios individuales que están coloreados por las influencias de la Rb, las manipulaciones de los ICs, los sistemas de creencias personales y globales, el estado energético de cada persona, etc. Esos “datos” se usan entonces, tal y como vienen, pues no hay mecanismo de destilación para discernir si un escenario proyectado por una persona es “bueno” o “malo”, simplemente es el escenario que es, para crear el escenario global que da forma y consistencia a la sociedad.

De alguna forma, el SER de la humanidad es el componente que faltaba por incluir en la mecánica global de cohesión de la realidad humana, pues siempre hemos explicado que la realidad común se forma por la suma de las realidades individuales, pero este proceso no es un mecanismo automático sin supervisión o consciencia, por decirlo así, sino que el encargado de llevarlo a cabo es el SER de cada especie consciente, de igual forma que, en un nivel algo menor, el mismo SER de los canguros o de los koalas se asegura que la proyección de la realidad que cada canguro hace para sí mismo de forma automática, tenga y proporcione cohesión a la realidad “canguro” en todo el planeta.

Mejores datos, mejores simulaciones y proyecciones evolutivas

Por todo lo anterior, a medida que todos y cada uno de los seres humanos vamos desmontando nuestros sistemas de creencias, programación, datos, ideas, arquetipos, topes, filtros de la psique, limitaciones del paradigma que tengamos programado, etc., que no están acordes a nuestro bien mayor según la visión del YS de cada uno, emitimos “escenarios” personales en nuestras burbujas holográficas que nutren con otra visión al SER de la humanidad. A medida que más personas van moviéndose a niveles de realidad más elevados, también los datos sobre la realidad que le proporcionamos al SER de la humanidad son más altos en vibración y tienen un contenido mucho mas positivo, lo que es usado por el propio SER de nuestra especie para cohesionar escenarios mucho más altos en vibración y energía para nuestra línea evolutiva.

Al final, el SER de nuestra especie no interviene en qué hemos de proyectar cada uno de nosotros o qué tipo de vida o de realidad queremos crear cada uno en su mundo personal, pero recoge todo lo que le entregamos y con ello cohesiona la realidad global del mundo en el que vivimos para que, además, sea coherente y compatible con el resto de las realidades del resto de SERES de flora y fauna del planeta.

un saludo,
David Topí

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